¿Qué viene a aportar BIFIV a los tratamientos de fertilidad en España?
BIFIV aporta rigurosidad, responsabilidad y cercanía a nuestras pacientes, además de contar con el respaldo de personal cualificado y la tecnología de un laboratorio puntero a nivel nacional e internacional.
¿Qué hay detrás de esa identidad particular? ¿Qué consideráis que os distingue de otras unidades de reproducción?
Somos un equipo que conoce a las pacientes. Conocemos su patología y el motivo de su situación clínica, pero también sus preocupaciones y miedos. Con este conocimiento global somos capaces de seguirles y acompañarlas en este camino, que en ocasiones es difícil.

¿Cual es el procedimiento normal de un tratamiento de fertilidad en BIFIV? ¿Por qué diferentes fases pasan el paciente?
Cuando nuestras parejas acuden a la consulta por primera vez, les conocemos, valoramos el caso y, tras una entrevista muy detallada, les solicitamos las pruebas que precisen en ese momento. En un segundo encuentro, con el análisis global de las pruebas, realizamos un diagnóstico y planteamos una estrategia terapéutica. Los tratamientos son personalizados y adecuados a cada pareja.
El trato humano es un componente esencial de vuestro trabajo, ¿cómo cuidáis ese acercamiento a los pacientes?
Conocemos a nuestras pacientes y su trayectoria. Las consultas son personalizadas y no hay cambios de criterio. Les facilitamos un teléfono para dudas que está 24 horas disponible, whatsapp y un correo electrónico. Todo ello les permite a ellas sentirse seguras y cuidadas.
Además, hemos creado un blog donde vamos a publicar artículos regularmente, dando respuesta a preguntas que nos encontramos en consulta, de forma que, tanto nuestros pacientes como aquellas personas que están interesadas en tratamientos de fertilidad, puedan informarse con rigor.
El Centro Médico Masó de la Ruber Internacional destaca por sus infraestructuras y equipamientos de altísima tecnología ¿Cómo cambian estos componentes la naturaleza de vuestro trabajo? ¿Lo simplifican, lo complican? ¿Habéis tenido que seguir algún tipo de formación específica?
Disponemos del mejor laboratorio con la tecnología más adecuada para cada caso y ello complica en ocasiones la labor asistencial. Los procedimientos son complejos, pero no repercute en el paciente, tan sólo sabemos que estamos ofertando lo mejor en cada caso. De hecho, ya hemos conseguido un recién nacido vivo sano en nuestro equipo tras diagnóstico genético preimplantacional no invasivo, una técnica totalmente novedosa dentro de los tratamientos reproductivos, gracias a la cual se han reportado los dos primeros nacimientos en Europa en el Hospital Ruber Internacional.

En un momento en que España se esta convirtiendo en un referente de tratamientos de reproducción asistida en la Unión Europea ¿Cómo afrontáis el reto internacional que se viene?
Estamos preparadas para las pacientes internacionales y, de hecho, ya tenemos muchas fueras de nuestras fronteras. Estamos en contacto permanente, nos ven y nos sienten cerca. Gracias a las consultas on line pueden acudir a nuestro centro habiendo realizado gran parte de sus pruebas en sus países de origen y con parte del tratamiento comenzado.
Y frente a la consolidación del «mundo virtual» a raíz de la crisis del Covid, ¿que nuevos desafíos se os plantean?
Uno de nuestros objetivos a corto plazo es buscar nuevos retos científicos, abriremos nuestras puertas a cursos nacionales e internacionales. La formación continuada es importantísima para poder reportar beneficios a nuestros pacientes.
Además, gracias a las nuevas tecnologías y la incorporación del teletrabajo, realizamos consultas online, webinars, congresos virtuales y tenemos posibilidad de acceder más fácilmente a expertos internacionales.
Si tuvierais que resumir los principios y los objetivos de BIFIV en tres palabras, ¿qué destacaríais?
Humanidad, rigor y compromiso.